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martes, 5 de abril de 2016

Degustar, catar... ¿no es beber?

No es, para nada, lo mismo. Beber es el acto de ingerir bebidas. Degustar o catar implican poner mucho más: análisis, percepción, conocimiento.

Desde la posibilidad más simple a la más técnica que realizan los profesionales del vino. La cata puede ser amateur (por el placer de conocer), comercial (desde la perspectiva del producto-mercado) o técnica (analítica de cualidades de un vino).

Y es muy interesante apreciar que catar, por ejemplo, es una palabra relacionada, desde su origen etimológico, con los sentidos... y con algo que se adquiere.

El Diccionario de la Real Academia Española (RAE) explica, concretamente, que viene del latín captāre , que significa “coger” o “buscar”. En su acepción directa define catar como “Probar, gustar algo para examinar su sabor o sazón.”

En realidad, la evolución en su uso ha sido mucho más compleja.

San Isidoro de Sevilla, s XII indica que significa “ver” o “tratar de ver”, sentido en que se utiliza esa palabra durante la Edad Media. Evoluciona, por extensión de las acciones, a examinar u observar. Así se la puede entender, como expresión presente en textos del Fuero de Navarra o las Ordenanzas de Barbastro. Hacia la época moderna, el sentido de catar como buscar o tratar de coger comienza a identificarse, según ampliando el sentido de catar a “mirar con reflexión”. Estos significados se encuentran en el portugués y en lenguas romances. Con el tiempo evoluciona a “encontrar” e incluso, en la lengua de los mercaderes, el significado dado a “cata” se acerca a adquirir. Todo esto lo enseña el Diccionario crítico etimológico de Corominas, lo más grande en cuanto a origen de las palabras. Puse una muy breve síntesis.

Es peculiar también que degustar se relaciona no solamente con el acto de catar, sino con una sensación de agrado. Para el Diccionario RAE se define como “Probar o catar, generalmente con deleite, alimentos o bebidas.” o como “Saborear y percibir con deleite sensaciones agradables”.

En el mundo del vino específicamente, como expresión que refleja una acción técnica se atribuye a Ribereau-Gayon y a Peynaud, señeras figuras de la Enología, la caracterización de la degustación, cata o análisis organolépitico.

Para los conocedores, técnicamente, catar es interpretar las sensaciones que provoca el “Análisis Sensorial” del vino. Es aplicar técnicas para la percepción mediante la vista, el olfato, el gusto. Que para óptimos resultados requiere un ambiente que no interfiera con los sentidos.

Es arte y ciencia.


En este LINK puedes ver más sobre el desplazamiento semántico de la expresión “catar”.
http://blog.lengua-e.com/2008/etimologia-de-catar/


En este LINk tienen 10 infografías alusivas a la Cata del vino.
http://www.vinopack.es/10-infografias-sobre-la-cata-del-vino

De ese LINK, precisamente, tomo la imagen que cuelgo acá:





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